Pesquisar neste blogue

quinta-feira, 11 de outubro de 2012

Mo Yan Nobel da Literatura

De momento, mais não sei sobre o Nobel da Literatura. E ciência recente, reconheço humilde. Tenho, terei mesmo?, um ano para mais aprender sobre MO YAN. Aqui me fica também a minha homenagem ao anterior Nobel, Tomas Tranströmer, a quem voltarei  sempre,com muito gosto. JB



El camino que he elegido para acercarme a un pais, a una cultura… para aprender y comprender su historia, sus porques es la  literatura. Y en mi camino hacia China me he encontrado con este escritor Mo Yan y su novela Las Baladas del ajo… la  crudeza y el  lirismo de esta historia me ha conmovido como hace tiempo no lo hacía ninguna novela.

  Mo Yan 莫言  nació en Shandong, China, el año 1955.  Os dejo su voz

“Mo Yan no es mi verdadero nombre, yo me llamo Guan Moye. Elegí ese apodo, que significa No hables, en recuerdo a los años en los que no podía dirigir la palabra a nadie (…) Eran los tiempos turbulentos de la Revolución Cultural (1966-1976), en los que había conflictos entre la gente de mi pueblo todos los días. Mi padre era agricultor, pero mi familia tenía una posición desahogada, y tenía miedo de que dijera algo inconveniente y trajera la desgracia a los míos. Así que me dijo que no hablara y que aparentara ser mudo”.

 ”Mis recuerdos están repletos de soledad y hambre. La década de 1960 fue muy difícil en China. Pasaba todo el día en el campo cuidando de las vacas y las ovejas, mientras los chicos de mi edad estudiaban y jugaban en el colegio. Había veces que no veía a nadie en todo el día”.

Cuando tenía 18 años, el joven Mo entró a trabajar en una fábrica. La mitad del tiempo era obrero, y la otra mitad, campesino. Hasta que, en 1976, intentó entrar en el Ejército. “Era la mejor forma de tener una buena vida. Pero había un límite de edad, así que mi familia cambió mi fecha de nacimiento, y puso un año menos. Entonces, hacer esto era muy fácil, ya que no tenía partida de nacimiento. Por eso alguna gente piensa que nací en 1956″.

Un campesinado empobrecido hasta la miseria y sumido en la ignorancia, en la brutalidad es maltratado por la rígida burocracia sin misericordia. Fragmento del capítulo donde Gao Yang consigue llegar con su mujer parturienta a un centro de salud… en mitad de la nada en la oscura noche. Hombres y mujeres en fila ante el destartalado edificio  esperan su turno para dar a luz.

UNA DOCTORA  vestida de blanco apareció en la puerta, con las manos protegidas por unos guantes de goma que le llagaban a la altura del codo, por donde resbalaba, principalmente, un reguero de gotas de sangre. El hombre corrió a su encuentro

-          ¿qué  ha sido doctora?

-          Una niñita

Al escuchar que era padre de una pequeña, el hombre se tambaleó un par de veces hasta caer de espaldas, golpeándose ruidosamente la cabeza contra las baldosas, que dio la sensación de romper.

-          ¿qué problema hay? – comentó la doctora.-  Los tiempos han cambiado y las niñas son iguales que los niños. ¿De dónde proceden los hombres si no es de las  mujeres?¿O es que salen de debajo de una piedra?

Lentamente, el hombre se puso de pie, como si estuviera en trance. A continuación, comenzó a gemir y a sollozar, como si estuviera loco, y acentuaba sus llantos con gritos de reproche:

-          ¡Zhou Jinhua, maldita mujer inútil, mi vida se ha arruinado por tu culpa!.

Sus gritos se unieron a los sonidos del llanto que se escuchaba en el interior: Gao Yang pensó que se trataba de Zhou Jinhua. La ausencia de llanto del bebé le desconcertó. Jinhua no habría sido capaz de ahogar a su propio bebé ¿Verdad?

-          Entra ahora mismo – ordenó la doctora – y ocúpese de su esposa y de su hijo. Hay más personas esperando

El hombre se puso torpemente  de pie y se arrastró hacia el interior. Unos minutos después salió con un fardo en la mano

-          Doctora – dijo mientras se detuvo en el umbral de la puerta – ¿conoce a alguien a quien le gustaría tener a una niña? ¿Podría ayudarnos a encontrarle un hogar?

-           ¿Pero es que en vez de corazón tiene una piedra? – preguntó enojada la doctora – Llévese a su hija y trátela bien. Cuando cumpla los dieciocho años puede conseguir al menos diez mil por ella.

Sem comentários:

Enviar um comentário